lunes, 7 de octubre de 2019

EE.UU. vs. China, una guerra comercial ¿sin fin?




La denominada “guerra comercial” entre China y Estados Unidos ha comenzado a inicios del 2018. En donde ambos se han declarado la guerra, por medio de aranceles a sus productos, estamos a mediados del 2019 y aún no cesan los ataques de ambas partes. Además, de la batalla por la “5G”. Los más perjudicados, sin duda, empiezan a ser los empresarios y ciudadanos de dichos países. Quienes han gobernado a EE.UU. siempre han buscado ganar frente a otros países, no agachar la cabeza, ni dar un paso en retroceso. Además de imponerse como el “país modelo”, autoridad paternal de los demás gobiernos, quien siempre tiene la razón y no acepta perder. Son por esas características que se ha mantenido como potencia hasta el día de hoy. El problema que agrava la situación y se ha convertido en el eje de este meollo, es que China posee la red 5G, al que EE.UU. todavía no ha accedido, ni ha podido desarrollar. En China las cosas funcionan diferente, pues existe la “Ley de Inteligencia Nacional de China de 2017" (las compañías chinas deben brindar asistencia, cooperar en el trabajo de inteligencia nacional chino, donde sea que operen). Por ello, EE.UU. ha tratado de boicotear a la empresa china Huawei con ataques o falsas noticias en las redes. Trump, mediante un decreto rmado el 15 de mayo de este año ordenó a las compañías estadounidenses no hacer negocios con Huawei. Luego la Ocina de Industria y Seguridad de los EE.UU. (BIS) puso en su lista negra a Huawei. Además de presionar a otros países a que hicieran lo mismo. El afán americano es que sea AT&T, quien tenga el control de la 5G y no China. Pues quien tenga control de ella, lo tendrá de la información y del conocimiento. Pero, vemos que la falta de competitividad estadounidense va más allá, pues hasta han detenido a la hija del presidente de dicha empresa, imputándole delitos de espionaje, alianzas con Irán y robo de tecnologías. Esto demuestra que EE.UU. no permitirá ser destronado, ni tampoco compartir su lugar con nadie. Y justamente, el presidente estadounidense, Donald Trump, ha empleado artimañas para poder detener los avances de China en la economía y así evitar ser desplazados. La primera medida se dio a mediados de enero del 2018 rmando la ley que imponía aranceles tanto a paneles solares como a lavadoras de ropa importadas de China. Fue Trump quien iniciara con esta serie de ataques al país asiático. Indicó que esta medida protegería a los trabajadores de las fábricas creadoras de dichos productos y de que permitiría el desarrollo del país. Lo cierto es que China no se quedó atrás y respondió del mismo modo, aplicando gravámenes de casi 110, 000 millones de dólares en importaciones estadounidenses. 


Los chinos buscan ser potencia mundial y lo están logrando pues sus avances en distintos ámbitos y sobre todo en lo económico son muy acelerados. Asimismo, hay estudios que demuestran el desarrollo de la misma y estiman que si siguen así, dentro de un par de años China será la próxima potencia. Cambiando, de esa manera, el rumbo del mundo. Sin embargo, dentro de todos estos enfrentamientos, también se han dado negociaciones, aunque sin llegarse a ningún acuerdo. Estados Unidos, por su parte, pone condiciones a su adversario, algunos de ellos son: que China incremente sus compras de productos estadounidenses, aumentar la protección a la propiedad intelectual, poner restricciones a China en la inversión en tecnología, atender la protección y regulación cibernética, entre otros temas. Aunque China no ha accedido a ellos. Por lo que, Donald Trump, a través de su cuenta en twitter posteó lo siguiente: “China lo está haciendo muy mal, su peor año de los últimos 27, en el que se suponía que comenzaría a comprar nuestros productos agrícolas y no hay señales de que lo estén haciendo.” Trump, cree que China está tratando de alargar la situación hasta que se den las próximas elecciones estadounidenses del 2020, creyendo que él ya no será reelegido. A lo que anunció con imponerse con más fuerza si gana las elecciones presidenciales. Pero aun así China no titubea y, por el contrario, pide que se anulen las barreras arancelarias. Ya estamos 2019 y la próxima reunión se dará a principios de octubre de este año en Washington. Es necesario que se llegue a una pronta solución del conicto, pues esto afectará mucho más a ambos países y, por tanto, a otros también (incluido el Perú) que dependen de ellos. El incremento de los aranceles a los productos, ya está perjudicando a los empresarios y a los ciudadanos (afectando a sus bolsillos), pues los precios de muchos productos empiezan a subir. Por su parte, China no se afecta directamente ya que posee industria. Hasta cierto punto las acciones del presidente Trump se pueden justificar, pero es irónico que denuncien de espionaje, cuando ha sido esa su labor de ellos durante años, mediante organismos como la CIA, de cómo se infiltraban en varios países financiando marchas para derrocar gobiernos que no simpatizaban con el suyo, y así muchas otras acciones, solo para defender sus causas sin importarles la libertad e independencia de los demás.

En esta ocasión, les mostraré un vídeo que realice conjuntamente con mis compañeros de mi universidad, ellos son: Karely, Paola y Gerson. E...